En los últimos años, la región de Huánuco ha experimentado una pérdida anual de bosques de aproximadamente 15,000 hectáreas, por lo que es urgente buscar alternativas para el aprovechamiento de recursos no maderables como fuentes de ingreso para las comunidades nativas. Por este motivo, Conservación Internacional Perú y el Gobierno Regional de Huánuco (GORE Huánuco) han implementado un plan de trabajo con el fin de fortalecer las condiciones para inversiones sostenibles en la región.
Este taller, parte de la colaboración entre la Gerencia Regional de Recursos Naturales y Gestión Ambiental la Gerencia Regional de Desarrollo Económico de la región de Huánuco, así como el proyecto Forest Finance Investment Incubator (FFII), financiado por el Departamento de Estado de Estados Unidos, y la Alianza Empresarial por la Amazonía, liderada por USAID, el Gobierno de Canadá y Conservación Internacional Perú. Esta iniciativa busca promover un flujo de inversiones y financiamiento destinado al desarrollo sostenible en el Perú, enfocándose conservación del clima, biodiversidad y reducción de la pobreza.
Durante el evento, representantes del GORE Huánuco y otros actores clave identificaron los desafíos enfrentados por dos cadenas de valor prioritarias en Huánuco: la shiringa, fuente importante de látex natural, y la copaiba, que produce un aceite con propiedades únicas. “El biocomercio es sumamente importante para nosotros; por eso, estamos priorizando la shiringa y la copaiba, para ver cómo vamos a intervenir en cada una y beneficiar a la región”, señaló Arthur Arce Saavedra, gerente de Recursos Naturales y Gestión Ambiental del GORE Huánuco.
El diálogo abordó los puntos de congestión identificados en el “Diagnóstico de cuellos de botella en las cadenas de valor” del aceite de copaiba y del látex natural del árbol de shiringa. Sarahí Santoyo, coordinadora de la Alianza Empresarial por la Amazonía, resalta que el taller permitió compartir resultados y recoger recomendaciones importantes para fortalecer el diagnóstico. Además, se debatió sobre las dificultades de acceso y conectividad, la legalidad, la falta de inversión en tecnología, los altos costos de inversión en plantaciones forestales y la necesidad de fortalecer capacidades en gestión y sostenibilidad.
Kary Ríos, gerente del Paisaje Selva Central de Conservación Internacional, destaca que la copaiba y la shiringa, a largo plazo, pueden combatir la deforestación generando ingresos sostenibles.
“El retorno no será inmediato, pero a futuro, sí es posible que puedan combatir la deforestación y degradación y así generar un ingreso más sostenible, que beneficie a la naturaleza y a incrementar los medios de vida de las personas”
Estos espacios demuestran la viabilidad y el compromiso con un futuro más sostenible en la región. La bioeconomía representa una oportunidad para cadenas productivas como la shiringa y la copaiba, que tienen un alto potencial en el mercado y pueden convertirse en ejemplos de negocios sostenibles que mantienen vivo el pulso de la Amazonía.