El proyecto logró fortalecer y brindar sostenibilidad a la cadena de valor del sacha inchi, incrementando la capacidad de planta de la empresa. Se instalaron nuevas líneas de transformación que crearon una mayor oferta exportable, con valor agregado, de los productos de la biodiversidad amazónica que poseían los productores socios de Shanantina.
Se montó un laboratorio para la propagación de entomopatógenos y biofertilizantes, y una planta de bioles y fertilizantes con certificación orgánica. Esto aseguró el estándar orgánico e incrementó el rendimiento de los cultivos, logrando mejores ingresos para los productores. Asimismo, se garantizó la conservación del agua y del suelo, motivando a los productores a no migrar a zonas de bosque para expandir la frontera agrícola, a través de la implementación de Acuerdos de Conservación.
Al cierre del proyecto, se logró convertir 238 hectáreas a potenciales para restauración, conseración reforestación y agroforestería.
El proyecto logró alcanzar a 70 personas, de las cuales el 39% son mujeres
«Shanantina es una empresa con sensibilidad social, que busca mejorar la calidad de vida de los productores de San Martín, desarrollando productos saludables y orgánicos con valor agregado».
El objetivo principal de este proyecto es mejorar la calidad de vida y la confianza de los pequeños productores de dos asociaciones: MAPRIDEX, ubicada en el Centro Poblado de Leoncio Prado, y APOLSACHA, en la comunidad Nativa Kewchua del Wayku en Lamas. Estas asociaciones, compuestas por hombres y mujeres, enfrentaron dificultades después de la contracción de las exportaciones de sacha inchi en el año 2018, lo que afectó negativamente toda la cadena de valor.
Para solucionar este problema, el proyecto mejoró la cadena de valor del sacha inchi a través de la agricultura orgánica, mientras se revaloran los conocimientos ancestrales relacionados con la agricultura. Entre estos saberes ancestrales se incluyen técnicas como el uso de fases de luna para las labores de campo, así como métodos específicos para la siembra de la yuca, cúrcuma y ahí charapita. De esta manera, han fomentado prácticas sostenibles y ecológicas que permitan a los pequeños productores de estas asociaciones mejorar su calidad de vida y fortalecer sus actividades económicas.
Conoce la historia de Maullori Cainamari Cahuaza, productora de la asociación MAPRIDEX. Con un firme propósito, ha trabajado incansablemente para mejorar la calidad y sostenibilidad de sus productos. A pesar de los desafíos que ha enfrentado, ha encontrado en la agricultura sostenible una manera de salir adelante junto a su familia.
Este proyecto es impulsado junto a:
Este proyecto contribuye a los siguientes Objetivos de Desarrollo Sostenible:
